MUJERES DEL VERBO QUERER.

Me fascinan las mujeres que reconocen en otras la inteligencia, la belleza, la sensibilidad -la capacidad de emprender y comprender- las mujeres que sabiéndose seguras y libres, valoran a otras mujeres sin miedo ni temor a comparativas; a sentirse inferiores. Me enamoran las mujeres que no se casan con nadie a la hora de decir lo que piensan y sienten, que son valientes y se saben más poderosas cuando admiran, demuestran, defienden a otras personas; también si son mujeres. Las que arreglan la corona de otra mujer sin decir a los demás que la corona estaba torcida. Las que miran de frente sin bajar miradas, y sin necesidad de grandes gestas lo dicen todo; con verdaderos gestos de grandeza; de esos que llegan al alma. Me seducen las mujeres que se enamoran de la vida, de la gente, de las opciones disponibles que –como caleidoscopio en ruleta rusa- se presentan ante sus ojos. Las que dejando a un lado a las trepas y oportunistas prefieren trepar sus propios muros creando sus propias oportunidades de éxito: el suyo. Su propio código de lealtades. Las que llevan la sonrisa prendida en la mirada haciendo de sus tropiezos-errores, lecciones magistrales que las convierten en únicas y maravillosas.
Cada día las encuentro en mi camino, espléndidas, sin tan siquiera ellas saber lo que irradian a su paso por el mundo. Van dejando tras de sí -en los demás- un camino de auténtica belleza, la que sobrevuela más allá del tiempo, las circunstancias o las personas que han conocido. Mujeres que saben que cada día tienen por delante un desafío por seguir siendo ellas; otra aventura cotidiana por descubrir. Esas mujeres ya han aprendido que la verdadera belleza es una actitud y son increíblemente preciosas cuando son auténticas. Mujeres que saben que el valor que se dan es exactamente el valor que los demás terminan descubriendo en ellas. Las que se eligen frente al espejo por encima de todo. Vayan donde vayan -a cualquier parte- siempre llegarán siendo ellas. Las que no olvidan que antes que serlo en la vida de alguien… “son mujeres en su propia vida”.

Inmensas. Como tú.
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________ ✒️ Rosa Vidal Ross
Copyright © #SNQP

ELLA.

Ella.

La mujer que cepilla sus dientes en la ducha inventando planetas que den sentido a su tierra. Encendiendo galaxias -en su pequeño jardín de luces- por si alguien las necesita cuando pierde el norte, en mitad del vuelo.

Trenza palabras y deja sus escritos -con mensajes que otros hacen suyos al leerlos- en cualquier lugar de la ciudad. O del cielo.

Pierde los papeles y la tinta por sus venas navega; entonces… su voz -al llegar la noche- tiene una historia que contarte. Mientas, pega tiritas -sobre heridas- humedecidas con besos.

Ella. Inventando cómo dormir estrellas cuando caen en su vientre palabras en ropa interior. Va creando caminos con sus fabulas entre Mercurio, Júpiter y Venus.

Anda doblando esquinas en calles de papel esperando que la vida la sorprenda. No entiende aún, que sus argumentos, dan vida a la propia vida.

Ella. Que no entiende de mares va creando océanos cada vez que sonríe. Imagina cuando llora cuántas tempestades bailan junto a soles.

Sucia de amores, está empeñada en limpiar tristezas de otros. Viene de otras vidas guardando siete alas de repuesto. Por si acaso tiene que compartir vuelos.

Siete destinos para vivir contigo sin pasaporte ni aeropuerto.

Ella. Con la despensa llena de suelos por tanto tropezar en ellos. Que no aprende las lecciones malditas de quien se empeña en hacer daño y romper corazones para convertirlos en piedra.

Ella. Se mira al espejo dejando grafittis con su lápiz de labios dejando te quieros. Abre ventanas donde habitan grietas. Levanta cortinas de ojos y camisas para sembrar besos.

Descorcha silencios cuando las palabras ya no tienen dueño.

La escritora que pierde los papeles.
La mujer que inventa cielos.
Luz que aprende a volar desde el suelo.

Ella.

Rosa Vidal Ross
Copyright ©️ #SNQP

LA BALA(DA) PERDIDA.

Verás,
mi mundo -aunque en pleno caos-
era un mundo feliz patas arriba,
como perro callejero sin dueño
hasta que llegaste tú.

Nunca te pedí nada -ni entonces ni ahora-
y a pesar de ello aún hoy,
sigo recogiendo cascotes
de una guerra imposible y maldita
-que nunca planifiqué-
cuya estrategia venía impresa
en mapas torpes y estúpidos,
sin tinta, con entrega de flores
en habitación de blanco hospital,
llenos de idas y venidas
a trincheras sin pan ni agua.

Sólo había amor.
Aviones y trenes. Tejados y mares.
Nunca quise nada
que no estuvieras dispuesto a dar,
por eso nada te pedía.
Tampoco quise dolor.
Y me lo diste.

No reclamé nada -ni entonces ni ahora-
y pesar de ello, continúo
haciendo cuentas con los dedos
-como niña que no aprendió a contar
pero si a creer-
que siguen sin salir
por más números que escupo al cielo,
me sigo atragantando con mis propias lágrimas dulces.

Se me olvida que soy de letras,
las que me sacan a bailar -desnuda-
frente a las estrellas
y cada noche se estrellan como cristales en los barcos de mis ojos
-que andan por ahí callejeando sin capitán-
tendrías que mirarte en sus espejos
cuando seas capaz de vivir sin esconderte
atrincherado entre nortes y sures de relojes ajenos,
cuando los «echares» ganen pulsos a los «teneres».

Nunca te pedí nada – ni entonces ni ahora-
y entraste con un caballo desprovisto de riendas
hasta la misma puerta de mi vida.
No tengo idea de cómo es hoy tu almohada
ni en qué vientres concilias insomnios,
cómo sabe el café con leche con mil vueltas de cucharilla
en tus mañanas llenas de planes
sobre mesa de cocina
ni el agua que recorre en la ducha,
tu cuerpo
o si desde allí encestas cepillos de dientes
en canastas de tres… sonrisas,
de qué color serán tus canciones
o en qué país te gustaría perderte y «ser».

Sólo sé que no te pedí nada
-ni entonces ni ahora-
y llenaste mi caos de tristeza,
hoy aprendo a vaciar
todo aquello que llenaste
sin yo pedirlo -ni hoy ni entonces-
mi vientre, mi copa de vino,
mi papel en blanco por escribir,
las cuencas de mis manos;
entre mis dedos
-con anillos de saturno y universos enteros-
mis carcajadas,
el aire en los volantes de mi falda,
mis bailes por la casa con el palo de la escoba,
mis sueños.
París en mis bolsillos.

Sólo sé que no te he pedido nada
-ni hoy ni aquellos días-
y sigues viniendo a los pies de mi cama.
Me miras. Y me lees.

Si la bala de plata no
me mató entonces
ya nada lo hará, ahora…

✒️Rosa Vidal Ross
Copyright #SNQP

La Bala(da) perdida.

PROMETÍ.

“Prometí no llevar la carga de los rencores, porque hunden el corazón
y quitan la sonrisa.

Prometí dejar atrás a las personas
que tiñen de gris mi mirar,
porque aprendí a entender
que son callejones sin salida.

Prometí llorar cuando lo necesite;
pero solo para no sentirme tan pesada,
porque las lágrimas que no se liberan,
pudren mi paz.

Prometí no soltarle la mano
a mi niña interior,
porque a su lado sé que
no voy a perder la inocencia.

Prometí no silenciarme,
porque las veces que lo hice,
me costó respirar.

Prometí alejarme a tiempo de los sitios
en los que me ahoga estar,
porque me respeto.

Prometí disfrutar más,
porque al fin y al cabo,
la vida es sólo un suspiro.

Prometí mirarme más a los ojos
frente al espejo, contemplarme
y amarme, porque soy mi propio hogar
y lo llevo conmigo a donde quiera que vaya. Ahora y siempre.

Prometí no dejar de escribir,
transformar la palabra en medicina
cuando me enfermo de vanidad,
porque soy humana y real.

Prometí todo esto y mucho más,
porque lo merezco. Porque mi cuerpo, mis pensamientos y mi corazón
están repletos de amor.”


A.D.

SE TE OLVIDA…

Se te olvida lo que mereces. Te pasa a menudo. Te mereces que te quieran cada día como si acabases de estrenar la vida. Te mereces que no duela. Recibir besos sin pedirlos. Y abrazos largos y profundos cada día; cada noche. Te mereces que te atraviesen con palabras -que te vistan- y te desvistan. Con deseo. Te mereces una lengua que no mienta y se quede sin aliento por probarte. Te mereces que te admiren, te miren y se queden sin tu pedirlo. Te mereces mil tormentas en la piel. Y un naufragio de sol dentro de ti sin deseos de volver a puerto seguro. Te mereces que se pierdan en tu mirada y no te suelten de la mano. Que inventen cielos y vientos para tu vuelo. Que no tenga entre sus manos mejor bandera que una sábana blanca alrededor de tu cuerpo.

__✒️ #rosavidalross
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COSAS EN LA MALETA.

Cosas que llevo en la maleta.

“Si eres la persona más inteligente en una habitación en la que hay más gente, entonces es que estás en la habitación equivocada.

El maestro ha fallado más veces de las que el aprendiz lo ha intentado.

No importa lo grande que sea el plato que tienes frente a ti, la única manera de comérselo es siempre de bocado en bocado.

Cuando estás dividido entre dos decisiones, elige siempre aquella que pueda dar lugar a la mejor historia.

Si tienes tiempo para hacerlo dos veces, tienes tiempo para hacerlo bien.

El 90% del talento de una persona es simplemente interés.

Aferrarse a la ira es como beber veneno esperando que la otra persona muera.
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Nunca te rías de alguien por cosas que ellos no pueden cambiar.

No dejes que nada ni nadie viva en tu cabeza sin pagar alquiler.

Si quieres ser bueno en algo, primero debes estar dispuesto a ser malo en eso.

La muerte es el único final cuando piensas que la historia va sobre ti.

Las aguas tranquilas nunca hicieron a un marinero hábil.

La pena es inevitable, el sufrimiento es opcional.

Empezarás a preocuparte menos por lo que otros piensen de ti el día que te des cuenta de la rara vez que otros piensan en ti.

Mantente ocupado viviendo, o mantente ocupado muriendo.

No merece la pena preocuparse por algo que escapa a tu control.

Si no lo puedes explicar, no lo sabes.

No puedes permanecer neutral entre el bien y el mal.

Nunca atribuyas a la malicia lo que pueda ser explicado por la ignorancia.

No es curioso ver como en el día a día nos parece que nada cambia, pero cuando miramos en retrospectiva todo es diferente?”

✒️Durante mi vida voy anotando reflexiones que me impactan, inspiran y conmueven. En algunos casos desconozco- a pesar de haberlas buscado- la fuente exacta de estas frases. En este caso: algunas las atribuyen a autores desconocidos.

Rosa Vidal Rosa.

LA BALA(DA) PERDIDA.

Verás,
mi mundo -aunque en pleno caos-
era un mundo feliz patas arriba,
como perro callejero sin dueño
hasta que llegaste tú.
Nunca te pedí nada -ni entonces ni ahora-
y a pesar de ello aún hoy,
sigo recogiendo cascotes
de una guerra imposible y maldita
-que nunca planifiqué-
cuya estrategia venía impresa
en mapas torpes y estúpidos,
sin tinta, con flores;
en habitaciones de blanco hospital,
llenos de idas y venidas
a trincheras sin pan ni agua.

Sólo había amor.
Aviones y trenes. Tejados y mares.
Nunca quise nada
que no estuvieras dispuesto a dar,
por eso nada te pedía.
Tampoco quise dolor.
Y me lo diste.

No reclamé nada -ni entonces ni ahora-
y pesar de ello, continúo
haciendo cuentas con los dedos
-como niña que no aprendió a contar
pero si a creer-
que siguen sin salir
por más números que escupo al cielo,
me sigo atragantando con mis propias lágrimas dulces.

Se me olvida que soy de letras,
las que me sacan a bailar -desnuda-
frente a las estrellas
y cada noche se estrellan como cristales en los barcos de mis ojos
-que andan por ahí callejeando sin capitán-
tendrías que mirarte en sus espejos
cuando seas capaz de vivir sin esconderte
atrincherado entre nortes y sures de relojes ajenos, cuando los «echares» ganen pulsos a los «teneres».

Nunca te pedí nada – ni entonces ni ahora-
y entraste con un caballo desprovisto de riendas
hasta la misma puerta de mi vida.
No tengo idea de cómo es hoy tu almohada
ni en qué vientres concilias insomnios
cómo sabe el café con leche con mil vueltas de cucharilla
en tus mañanas llenas de planes
sobre mesa de cocina
ni el agua que recorre en la ducha,
tu cuerpo
o si desde allí encestas cepillos de dientes
en canastas de tres… sonrisas,
de qué color serán tus canciones
o en qué país te gustaría perderte y «ser».

Sólo sé que no te pedí nada
-ni entonces ni ahora-
y llenaste mi caos de tristeza,
hoy aprendo a vaciar
todo aquello que llenaste
sin yo pedirlo -ni hoy ni entonces-
mi vientre, mi copa de vino,
mi papel en blanco por escribir,
las cuencas de mis manos;
entre mis dedos
-con anillos de saturno y universos enteros-
mis carcajadas,
el aire en los volantes de mi falda,
mis bailes por la casa con el palo de la escoba,
mis sueños.
París en mis bolsillos.

Sólo sé que no te he pedido nada
-ni hoy ni aquellos días-
y sigues viniendo a los pies de mi cama.
Me miras. Y me lees.
Si la bala de plata no
me mató entonces
ya nada lo hará ahora…

____✒️ #RosaVidalRoss
Copyright #SNQP

A MI MANERA.

A menudo, hay gente que confunde la bondad con estupidez. El no querer entrar en guerras -que siempre son estériles- con luchar por lo que sí merece penas y alegrías. Qué desgaste permanecer junto a personas que siempre encuentran razones para separar, pero no motivos para celebrar. Hay quienes se equivocan creyendo que no querer conflictos es lo mismo que no enterarnos de nada; cuando la verdad, es que nos damos cuenta de todo; otra cosa es que nos compense sacar los guantes de boxeo para pelear con la vida, solo por que ellos piensan que debe ser así. Cuánto trabajo aprenderlo y qué alivio nos queda cuando “recalculamos” y dirigimos nuestro objetivo hacia dianas, que como estrellas, iluminan y guían el trayecto hasta destinos donde nuestros sueños nos esperan. Los consigamos o no, sabemos que esa persona en la que nos convertimos en cada intento, es el verdadero premio en la meta. Y a mi manera te cuento y te canto, te escribo y te leo. Planto flores y te las regalo. Descorcho mi vino y brindo contigo. Así sabrás, que cuando me calle y sonría estaré en paz conmigo. Con la vida.

A mi manera.

___✒️ #RosaVidalRoss
Copyright ©️ #SNQP

EN VERSIÓN ORIGINAL.

Cuánta gente viviendo -sinsentido- queriendo ser como otros; comparándose para terminar perdiendo, porque nunca se bebe grandeza intentando entrar a patadas en zapatos ajenos. Jamás se crece lanzando dardos a dianas con forma de corazón.

Aferrarse a los demás -por no estar solos- es como dejar de escuchar el propio corazón por miedo a que sus latidos dejen de sonar. Para terminar comprendiendo que el amor sin admiración es una canción cosida con ruido; mejor agujas clavadas en labios besando, que hilos recorriendo cuerpos adheridos a otros, por miedo a rutinas y soledades.

Se llama enamorarse desde el tejado -donde entran rayos, truenos, lluvias e insoportables soles- pero ya no existe miedo a sentir; porque el que siente siempre gana, aunque pierda.

Seducir con historias que crecen en la mente, lanzando pellizcos al estomago, donde la inteligencia trenza juegos de mariposas borrachas con leones aprendiendo a volar.

Apagar luces de pantallas -ordenadores y móviles- para encender estrellas navegantes en miradas de deseo. Mejor me gustas a la cara. Compartidos de sábanas como banderas blancas. Etiquetar sonrisas de la persona que amas sin que exista otra más bonita en redes de firmamento alguno. Cargar baterías de paciencias y te quieros. Sin emoticonos. Mejor abrazos largos y profundos. Con mensajes leídos con lenguas; no con ojos. Bendito sexo con sexto sentido.

Enamorarse de alguien que no te haga sentir que el amor es difícil. Alargar hasta el infinito el amor sin que el idioma sea imprescindible, una buena historia en versión original -con subtítulos- desnuda besando el alma. Ese disco duro lo guarda todo para siempre. Amar siempre en versión original.

_✒️ #RosaVidalRoss
© Copyrigth #SNQP

DISPUESTA A TODO.

MI POSICIÓN FAVORITA.

Dispuesta a todo. A saltar sin red. A querer como quien desenvuelve y estrena el amor. A volver a conocerte cada día. Sin miedo a que me cambies porque lo hago yo sola. Sin hacer malabares entre tu quiero y el mío. Con ganas de todo y para todo. Arrancando etiquetas con los dientes. Descifrando noches. Porque eres bienvenido a mis ojos. A mis lunares y a mi pecho; para ti el más bonito del mundo. Porque siempre me quedo con ganas de un poco más de todo lo tuyo. Porque no sabes bailar y yo bailo para ti. Con ganas de perderme en tu destartalado y maravilloso caos. Con ganas de cuidarte. De volverte loco. De bajar la guardia. De actualizar tus números rojos de caricias y besos. Porque te amo cada vez que me descubres y haces que me redescubra a mí. Porque te gustan mis “sies” pequeños y dulces. Porque nos sobran besos que siempre han esperado ser usados. Porque todo sale de la caja guardada por años y encaja. Porque estrenas mi alegría cada vez que me envías una canción. Dispuesta a todo. Dispuesta a ti. A nosotros. Porque nuestro «click» llega a ser el sonido más esperanzador del mundo. Porque mi propio París es cuando me miras y sonríes. Porque mi posición favorita es arriba, pero de un avión con destino a ti.

__✒️ #RosaVidalRoss
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QUÉ BONITA ESA GENTE…

Qué bonita esa gente que te quiere por lo qué, sencillamente, eres y significas para ellos. Esa, que nunca olvida cuando los rescatas de momentos donde tocan fondo y les ayudas a subir a la superficie. Los que te recuerdan que has estado ahí, a su lado, a las tres de la mañana al otro lado del teléfono, sin que kilómetros sean distancia; y a falta de abrazos aparecen silencios. Qué bonita esa gente que llega a tu vida sin apenas luz y aún así comparten el último rayito de sol que guardan en el bolsillo, como si fuera el regalo más hermoso. Y es que lo es. Qué bonitas esas personas que desenfundan el paraguas -como espada contra enemigos- para darte cobijo cuando solo quieres llorar. Nos acompañan desde hace mucho, o llegan de repente y parece que siempre los estábamos esperando.

✒️ #RosaVidalRoss
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