Y descubrí…

..Y descubrí que hay cosas que sólo pasan una vez por nuestra vida. Personas que pasan por ella y se convierten en un regalo, que a veces, depende de uno mismo descubrir con sorpresa y disfrutar con alegría o dejarlo envuelto en el estante del escaparate, y esperar que otro pase… y se lo lleve.

Descubrí que pase lo que pase, hay que coger el tren, y dejar que el viaje siga su itinerario, porque siempre hay tiempo de bajarse si el trayecto no es el esperado.

Descubrí que hay lecciones que solo se aprenden con el tiempo y no es necesario que otros te lastimen para valorar el amor y la amistad verdadera. Que cada uno de nosotros, guarda celosamente el libro en el que va escribiendo su vida, lleno de verdades; lleno de mentiras. Pero son las nuestras.

Descubrí que hoy estamos aquí y somos los que somos, no se mañana que pasará…o quien estará a nuestro lado. Así, te doy lo mejor que hay dentro de mí, incluidos mis errores, como si fuera la última vez que tu y yo nos vamos a encontrar. Abre bien los ojos y sonríe…

Rosa Vidal Ross © Copyright 2015

«Estar», ese maravilloso regalo.

Hay quienes creen que para ser felices no necesitamos de otras personas. El simple hecho de compartir nuestra vida con otros, el intercambio de experiencias, de emociones y sentimientos, ya es si mismo un maravilloso regalo.

Pero no es suficiente. Para que nuestro viaje sea completo y extraordinario. Creo y sé en lo más profundo de mí ser, que sí necesito de las personas que el destino y la vida, han colocado en mi camino, como piezas preciosas y únicas, de incalculable valor.

Hay personas que se convierten en tu hogar por el solo hecho de sentir sus brazos cerca, justo cuando más lo necesitas. Las hay que solo en sus miradas encuentras la paz que calma tus peores infiernos y tus tormentas más salvajes.

Otras, tienen la exquisita habilidad de despejar nubarrones, esos días en los que no parece existir el sol, y ellos, así… por arte de magia construyen con palabras, escaleras, que te hacen tocar el cielo con la punta de los dedos. Y sientes que respiras.

Al final descubres, que las únicas personas que necesitas en tu vida, son aquellas que te demuestran que te necesitan en la suya. Hay presencias que se convierten en nuestro mayor tesoro y «Estar» es el mayor regalo que podemos hacer a quienes queremos.

Es una lección sencilla y limpia: Demostrar lo que sentimos por los demás, nos otorga el poder más grandioso de todos. Nos hace vulnerables, imperfectos, inseguros, torpes, infantiles… y absolutamente hermosos.

Rosa Vidal Ross © Copyright 2016