A veces tardas toda una vida en aprender una lección importante. Otras, en un sólo instante, se concentra todo el universo delante de tu mirada, y sabes que es el momento de tomar esa decisión. Y el miedo recorre cada una de tus células. Sabes que ya no hay vuelta atrás. Es ahora o nunca. Dudas, y lo haces tantas veces, que un «click» dentro de tu cabeza te dice: Vamos, salta… quizá no sea el momento perfecto, pero tienes que atreverte a dar el paso o pasarás el resto de tu vida, sintiéndo que te faltó valentía y coraje.
Y aprendes, que nunca estás solo, por muy difícil que a veces te parezca. Hay personas que te envuelven con abrazos invisibles e interminables. Hay amigos que desde aquí o desde allá, nunca te abandonan pase lo que pase. Hay amores, indescriptiblemente bellos e inagotables, que se filtran entre los poros de tu piel, y se quedan a vivir ahí… en un trocito de tu alma.
Hay un fuerza dentro de ti que te guía desde el mismo momento en el que naces. Es la más poderosa y auténtica que existe en todo el universo. Y siempre te acompaña, aunque a veces, se te olvida. Quizás leas esto en un momento de tu vida, en el que necesitas una señal, un guiño, o » ese algo» que le dice a tu alma, que todo cuanto necesitas, va contigo.
Que lo que el alma escribe no se borra. Que hay lecciónes sabias e irrepetibles, que únicamente, tu puedes descubrir. Que aunque tropieces, y caigas, siempre vas a levantarte y volverás a sonreír. Porque todo aquello que termina, es tan solo el inicio de todo lo que comienza. Deja que todo suceda y confía en ti.
Cree en ti. Y en cualquier momento, recibirás la exquisita emoción que la vida guarda para ti. Llegará a tu puerta. Serás tu quien le abra. Yo lo he hecho. Y tal vez, te pase como a mi y lo hagas en pijama y con el pelo despeinado. Sentirás que todo está bien. Y un aire cálido recorrerá tu cuerpo. Esta es tu aventura. No dejes que nadie la viva por ti. Desde aquí te mando un beso inmenso y dulce. Estés donde quiera que estés…Atrevéte a saltar.
Cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que miras cambian. Pero sobre todo… recuerda abrir la puerta.
Rosa Vidal Ross © Copyright 2010-2015