Lo que de verdad importa.

Me pregunto si hay lecciones que nos llegan demasiado tarde o si llegan, sencillamente, cuando nos toca. Si todavía estamos a tiempo de decir todo aquello que aún no hemos dicho -y nos quema la garganta- a las personas que de verdad importan. Si todo tiene un tiempo, un lugar y un porqué. Me pregunto si de verdad entendemos el sentido real de nuestra vida; lo esencial que resulta descubrir cuál es nuestro verdadero propósito. Si nos preocupamos en exceso por cosas no tan importantes pero pasamos por alto esas «pequeñas cosas» que sí lo son. Me pregunto si ser buena gente es pasaporte seguro para recibir lo mismo que damos -si el efecto «boomerang» es tan eficaz- y llegamos a comprender que todo aquello que dejamos en los demás regresa a nosotros antes o después.

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Olé por ti.

Te felicito si abandonaste la costumbre de suponer y le has tomado el gusto a preguntar; aunque ello suponga que te van a partir el corazón en pedazos.

Bien por ti si dejas mesas con manteles de lino y vino guardado por años y decides que manteles de papel, en compañía de quien te hace reír, bien merece un brindis aunque sea de la botella de vino -ni se sabe desde cuando- en la nevera.

Bravo por ti si te has cansando de los puntos suspensivos de otros y ahora pintas puntos finales.

Felicidades si has sido capaz de abrir ventanas donde otros cerraron puertas; y descubres infinitos paisajes que ahora pintas tú cada día.

Olé por ti si de cada naufragio has conseguido reunir madera suficiente para que tu barco navegue lejos, allá donde te reciben -con amor- aunque seas polizonte que viaja con lo puesto.

Enhorabuena si estás aprendiendo todavía lo que no quieres, llevas la frente alta, la lengua larga y la sonrisa en los ojos. Si tienes ideales y por ellos luchas; si en tus batallas pierdes, pero te vuelves a poner en pie y en las derrotas renuevas la piel del alma.

Porque sabes que la victoria es lo que te acompaña cada vez que respiras y miras de frente a los demás.

Felicidades si has tomado el camino difícil, sabes que pagar un alto precio por venderte nunca es suficiente recompensa. No existe mayor regalo que desnudarte con la ropa puesta.

Que la elegancia más valiosa se lleva en el corazón, la clase tiene que ver con sencillez; con ser autentico, aunque tengas que salir al mundo pobre como una ratica y vender tu anillo de oro, ir a Mercadona y llenar la nevera.

Te felicito si digan lo que digan crees en el amor; en que es posible cruzar caminos y que todo tenga sentido. No necesitas tantas explicaciones; si hechos que demuestren todo.

Has aprendido que dignidad es serte fiel, no vivir la vida de los demás; o esperar que vengan o vayan según sople el viento.

De las piezas rotas, de los remiendos, de las caídas, nacen piezas preciosas y únicas; más hermosas que cualquiera que te mire desde la estantería del museo más importante del planeta.

Porque no conozco gente más bonita y destartalada -por dentro- que la que toca fondo perdiéndolo todo, salen a la superficie y vuelven a nacer.

Felicidades si confías; es de valientes.
No intentarlo es de cobardes.

______________________________ Rosa Vidal Ross
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Tienes mis palabras.

Tienes mi palabra si te digo
que en algún lugar del tiempo
de la piel,
en ese punto exacto
entre tu boca y mi ombligo
estamos tú y yo.
Siempre.

Donde se extienden
alfombras de arena
mapas secretos de agua
viajando en tus manos -deseos-
dedos inventando malabares
aterrizando en mi piel
-única pista posible para despegar-
para terminar estrellándonos
… ahí somos tú y yo.

Te doy mi palabra,
que tus besos
saben distinto al resto de labios
a veces callando los míos,
hay que ser valiente
para dar portazos a bocas
con las que no es posible
«entenderse».
Ni con llaves maestras.

Miradas planean lunares
incendian luces durmientes
en desasosiego de cinturas,
tallando mi espalda de sal y flores
donde todo revienta contra paredes,
enfriando infiernos,
…ahí estamos tú y yo.

Tienes todas mis palabras
-hermosas del mundo-
anudadas a mi vientre,
cabalgo para escribir
-volar a dos tiempos-
haciéndote amores
inventando te quieros.
… ahí existimos tú y yo.

__________________________Rosa Vidal Ross
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Me vuelvo Lorca.

Descubrí este poema.

La casada infiel del Romancero gitano de Lorca. Precioso como casa narrativa y lírica; me fascina la esencia: historias que comienzan “in media res” y tienen un final inacabado. De los dieciocho este me parece de los más bonitos.

Y de repente, tan “jareada” como la infiel casada, me vino entre el corazón y la cabeza este poema de Rafael de Leon.

Quizá mi favorito.

“Me tropecé contigo en primavera,
una tarde de sol delgada y fina,
y fuiste en mi espalda enredadera
y en mi cintura, lazo y serpentina.

Me diste la blandura de tu cera
y yo te di las sal de mi salina.
Y navegamos juntos, sin bandera,
por el mar de la rosa y de la espina.

Y después, a morir, a ser dos ríos
sin adelfas, oscuros y vacíos,
para la boca torpe de la gente…

Y por detrás, dos lunas, dos espadas,
dos cinturas, dos bocas enlazadas
y dos arcos de amor de un mismo puente.”

Así, entre uno y otro, si ya no lo estaba, me volví Lorca.

Rosa Vidal Ross.

 

 

 

Y nuestros caos se aman.

Me conmueven gestos de gente anónima; conversaciones -de otros- que se cuelan a mi paso; me emociona y algo se rompe dentro de mi. Al romperse, nada se quiebra, solo nace lo que está preparado para sentir la luz.

Me llena de ternura escuchar el murmullo del alma de algunas personas, cuando pasan a mi lado estallando como cometas en primavera. Qué inexplicable sensación observar cómo se despliega la vida -cuento con hojas en relieve- poniendo lecciones prácticas a todas mis teorías.

Tengo una teoría casi para todo. La de ”las doce menos cuarto”: cuando a punto estás de desistir y rendirte, parece que ya no quedan fuerzas y dices “hasta aquí”. Es, en ese trozo del tiempo que se da la vuelta la tapa del cuento; se desaprende, se reescribe, subrayamos y doblamos esquinas de páginas torcidas.

Me llenan de ternura mis conversaciones con la vida, su ojo guiñado, sonrisa de medio lado, redescubrirla a través de seres que dan sentido a mis “sin sentidos”. Para que siga sintiendo en lo más profundo de mi alma, cuánto merecen la pena cicatrices —como trofeos— asomando en los balcones de mis ojos.

Entonces, descubro que son estrellas.

Y amo mi caos. Y el tuyo.

Rosa Vidal Ross. Copyright

Tal como eres…

Lo que me enamora es tu inteligencia. Me seduce que tu mente sea inquieta Que quieras ir siempre un paso más allá de lo previsible y esperado. Que te desate la curiosidad y cuestiones al mundo entero, no dando nada por sentado.

Me pone que tus ideas me descoloquen, que tus palabras me desnuden. Que atravieses mi vida entera con una conversación. Me fascina que me instales en tu mente y desde ahí, hagas conmigo lo que quieras…

Me vuelve loca que me redescubras cada día, a través de un gesto, una mirada, una palabra. Que no tengas miedo a que te desafíe el mundo.

Que sea un reto para ti, mirarme de frente a los ojos, y no te resistas ante lo que tus dedos sugieren. Que me explores, que te explores…y nos encontremos en un país desconocido hablando el mismo idioma.

Que seas temperamental, creativo, y te lances hacia aquello en lo que crees. Me enamora que escuches a tus demonios y los hagas bailar con los mios. Que sólo tú conozcas la canción de mi corazón.

Me encanta sentir que sabes lo que quieres. Que hay cosas que ignoras y lo reconoces. Que hay tanto que aún deseas descubrir, que necesitarías tres vidas a mi lado, para hacerme cómplice de todo ello.

Que te gusta el viaje incesante conmigo, aunque no movamos un centímetro nuestros pies del suelo. Que en tu vuelo, mi compañía añada amor y aventura. Me enamora que sepas que lo quieres, soy yo.

Y vengas a por mí. Sin máscara ni estrategia. Desafiante y auténtico. Real. Sin plan b. Tal como eres.

Rosa Vidal Ross Copyright

Más allá del amor…

Más allá del amor, existe un lugar donde solo vuelan algunas historias, las que han sobrepasado la ligera línea que separa, los infiernos más dulces, de los paraísos más amargos.

Ahora sabes bien, que cuando has amado de verdad, sobran explicaciones, que nadie necesita ya…

Cuando caes y sientes que unos brazos te levantan y no permiten que te des por vencido; cuando te pierdes y otras manos te sostienen y te elevan; te acarician y te envuelven…

Te sientes en el lugar más hermoso del mundo, junto a tu persona favorita.

Que de los errores y tropiezos nadie está libre, ni yo. Tu tampoco. Y aprendemos que el lazo que te desata de la pesada carga, de lo que otros han dejado en tu vida, está hecho con hilos de ternura y paciencia.

Esta tejido de verdades y «ahoras». Que amar también es dejar atrás pasados, que pesan tanto como hieren al presente, y eso sólo depende de uno mismo.

Cuando sabes en lo más profundo de tu ser, que el destino a colocado ante ti a una persona, por la que vale la pena apostar y jugarte todo, a una sola carta.

Entonces, sueltas las riendas de tus emociones; es cuando aún en el caos, te sientes a salvo.

Ya no deshojo flores rojas al caer el sol en busca de respuestas. Yo decido si quiero un si o un no, y comprendo el poder, que esas dos diminutas y poderosas, palabras tienen en mi camino… y en el tuyo.

Prefiero tumbarme contigo, mirar el mismo cielo, escuchar la misma canción. Saberme a tu lado me hace feliz.

Rosa Vidal Ross

Si te olvidas florecer…

A veces, si maduras mucho, te pudres y si creces muy rápido te olvidas de florecer. Si organizas excesivamente tu vida, olvidas la espontaneidad por el camino y si pretendes que todo sea tal como tú deseas, la vida te deja de sorprender. A veces, el mejor golpe de suerte, es no conseguir aquello que deseas.

A veces, es todo más sencillo y tu actitud ante cualquier cosa define más como eres, que todo lo que los demás, opinan sobre ti. A veces, sonreír ante los problemas, no te hace parecer una persona ingenua, quizá te convierte en un ser inteligente y único.
A veces, querer bien, no es darlo todo, es dar lo mejor que tienes.

Rosa Vidal Ross © Copyright

…y compartieron idiomas y estrellas.

…Y él, inventó un idioma hecho de palabras que solo ella entendía. Y ella, inventó emociones que solo él sentía. Así descubrieron, que en el amor los cálculos siempre fallan. Que de nada vale luchar contra pronósticos que una mirada acaba venciendo.

Él, quería volar alto y descubrió que el vuelo junto a ella, era más hermoso. Ella, soñaba con alcanzar las estrellas, y descubrió que junto a él, sus ojos brillaban más que mil soles. Y decidieron compartir idiomas, emociones, vuelos, y estrellas. E inventaron su propio baile.

Rosa Vidal Ross Copyright 2017

La locura de mi alma.

Hace tiempo que dejé de preocuparme por lo que piensan y dicen de mi, porque descubrí que la persona de quien más amor y respeto espero es de mi misma. Me he cansado de personas banales y vacías de emociones limpias y hermosas. Ya no quiero en mi camino a los que cortan las palabras con indiferencia a golpe de cobardía y rencor; a los que tiñen mi cielo de pájaros que nunca vuelan y jamás lo harán.

Me sobran halagos que van vestidos de falsas intenciones, de abrazos que son frios, de amigos que solo tienen el nombre y no el tesoro. De amores que olvidaron la valentía y la pasión en alguna estación sin trenes. Ya no trato de ser coherente y lógica y dar lo que me piden, de ser tal como esperan los demás, porque ya no me asusta decidir y cambiar, girar mi rumbo y romper el mapa, aunque en el intento me pierda en un país sin nombre.

Hace algún tiempo descubrí quién deseo ser y aún sin haberlo conseguido, me gusta mi sonrísa y el brillo de mis ojos. Sé que mi locura forma parte de mi alma y serme fiel a mi misma es el pasaporte que me lleva a tu corazón. Hace tiempo descubrí que me enamoran las personas auténticas, que no mienten y son generosas. Las que aman de frente y de verdad.

Rosa Vidal Ross © Copyright 2016